Clericó Dionisiaco
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Yo no sé si Don Dionisio o el Dios Baco se habrá embriagado con esta refrescante bebida frutal, si sería muy clásico y radical y en tal caso por todos los dioses, hay de lo que se perdió!
El clericó o clericot es una bebida a base de vino blanco o tinto, en ocasiones se usa la sidra y siempre se le agregan frutas como melón, manzana, piña, durazno y fresa o frutilla con un poco de azúcar y hielo, la sandía por lo regular no está presente por aquello del mito urbano que reza que esta fruta y el alcohol combinados tienen efectos letales.
En Paraguay y Argentina es una amalgama de sabores muy popular, tradicionalmente se prepara en un kambuchi (cántaro de barro) y en sus versiones más modernas es preparada en jarra de vidrio.
Ideal para el verano, pocas bebidas maridan tan bien con el sol, el agua y los amigos, como un almíbar alcohólico y liviano a medida que refresca también relaja, dato importante, el clericó debe mantenerse frío para evitar la fermentación de las frutas.
Tomé un clericó la semana pasada, en un bar de San Telmo, con un ser que amo, en una esquina preciosa y a medida que se vaciaban los vasos, más hermoso se veía el entorno, Dionisio vino a mi y mis ojos se llenaron de falsos cerezos y un azul de cielo inacabable, ¡Cuánto placer y cuánta tranquilidad puede aportar esta equilibrada bebida! Indudablemente puede ser una de las preferidas de los amantes de la belleza y la vida, de los hijos del Dios Baco!
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