Cubre una bandeja de horno con papel de aluminio. Espolvorea el fondo con una
cucharada de eneldo picado. Pela y lamina los dientes de ajo y colócalos encima.
Pon las patatas a cocer en una cazuela con agua. En unos 15 minutos
aproximadamente estarán hechas.
Retira la espina de la cola de salmón, consiguiendo dos filetes grandes. Sazónalos y
colócalos sobre la bandeja de horno con la piel hacia arriba. Cúbrelos con abundante
sal gruesa e introduce en el horno a 220ºC, durante 6 minutos.
Corta las patatas por la mitad, colócalas en el centro de una fuente y espolvoréalas
con perejil picado. Retira el salmón del horno y retira la piel y la sal a la vez. Sirve los
filetes a los lados de las patatas. Riega todo con un buen chorro de aceite.
El salmón es un pescado que tiene el mérito de soportar bien la congelación, ya sea crudo o cocido. si está crudo, debe ser fresco del día y haber sido destripado. una vez descongelado, no esperes demasiado tiempo para prepararlo.