la cáscara de un limón pan rallado en un plato azúcar para espolvorear. En un tazón se disuelve la maicena con un poco de leche fría (tomada de los 3/4 de litro). Aparte, en el fuego, se pone en un cazo la leche, la cáscara de limón, el azúcar y la mantequilla. Cuando la leche con estos ingredientes está a punto de cocer, se le agrega lo del tazón y sin dejar de mover con una varillas se cuece (suavemente) unos 5 a 7 minutos. Luego se vierte esta masa en una besuguera para que quede del grueso deseado (más o menos un dedo de grueso) y se deja enfriar por lo menos durante un par de horas. En una sartén se pone el aceite a calentar y, una vez en su punto (que se comprobará friendo una corteza de pan), se corta la masa en unos cuadrados de unos 4 cm. de costado. Se sacan con ayuda de un cuchillo de punta redonda o, mejor, con una pala de pastelería, se pasan por huevo batido (como para tortilla) y pan rallado y se fríen. Se sacan del aceite con una espumadera cuando están bien dorados los trozos de leche frita y se colocan en una fuente. Esta se dejará hasta el momento de servirlos a la boca del horno para que, sin estar muy calientes, no se enfríen. Se espolvorean con azúcar al ir a servirlos. Nota.-Se pueden añadir 2 yemas cuando está la crema hecha y templada para que no se cuajen. Pone la crema finísima.