Cortamos en el lomo los langostinos a lo largo y les extraemos el conducto intestinal. Los llevamos a un cazo y los hervimos con el sake y una taza de agua un par de minutos, hasta que cambien de color. Los retiramos del fuego y dejamos que se enfríen en el cazo.
Entretanto, limpiamos y retiramos las escamas de los peces aguja. Los cortamos en filetes, desde la cabeza a la cola y desechamos éstas y la espina dorsal. Desprendemos la piel de los filetes y dividimos cada uno en dos a lo largo, cuidando de cortarlos justo por en medio de la línea negra que muestra el pescado longitudinalmente.
Pelamos los langostinos sin retirar la cola y los repartimos en cuatro platos junto con los filetes de pez aguja que hemos de servir enroscados como si de culebras se tratase.
Pelamos el rizoma de jengibre y lo mezclamos en un cuenco con la salsa de soja y el zumo de un limón y medio. Cortamos el limón que falta en rodajas finas.
Servimos el pescado con los langostinos con una nuez de salsa wasabi y un cuenco con la salsa de soja con jengibre al limón.