Se soba muy bien la masa con la manteca, hasta que la incorpore. Se toman porciones y se extienden en las hojas, pampeándolas con los dedos hasta que queden delgadas. Se ponen trozos de pipián, carne y huevo en el centro, se envuelven con la misma masa y se cierran las hojas formando los tamales (deben quedar de 10 cms. de largo por 3 cms. de diámetro). Se amarran y se ponen a cocinar en agua hirviendo. Se sirven con ají de maní y arroz blanco.
Tomado del libro Gran Cocina Colombiana, de Carlos Ordonez