Un día antes se lavan bien las tripas frotándolas con unas hojas de limón y se dejan hasta el día siguiente. Cuando se van a preparar, se revuelven los ingredientes, se rellenan y se cocinan en agua de sal, unas rajas de canela y unos clavitos. Cuando estén blandas se sacan, se les unta mantequilla y se asan a 350ºF, hasta que doren.
Con el mondongo también se hace lo mismo, haciendo bolsas y rellenándolas.