Pelar la cebolla y picarla menuda, pelar el diente de ajo y picarlo igualmente. Calentar unas 2 cucharadas de aceite en una sartén al fuego y rehogar el ajo y la mitad de la cebolla hasta que comiencen a dorarse. Batir el huevo en un cuenco como para tortilla, incorporar las carnes, el sofrito de cebolla y ajo con su aceite, la rebanada de pan desmenuzada, perejil picado, sal y pimienta.
Mezclar todo muy bien, formar las albóndigas con las manos y pasarlas por harina. Calentar el aceite en una sartén al fuego y freír las albóndigas hasta que estén ligeramente doradas, sacarlas escurridas y colocarlas en una cacerola.
Retirar el aceite de la sartén, dejando unas 2 cucharadas y rehogar la cebolla restante hasta que esté transparente. Incorporar media cucharada de harina, dar unas vueltas rápidas y regar con el vino. Mezclar y verter sobre las albóndigas. Incorporar 1/2 taza de agua, el tomillo, tapar y cocer a fuego suave durante 20 minutos.