Se ponen 2 cucharadas de semilla de achiote, se trituran con una cuchara y se ponen a sofreír en una taza de manteca de cerdo (o aceite), se revuelve para que las semillas suelten el color. Se utiliza en numerosas preparaciones y es muy apreciado por su color y sabor.
La semilla de achiote es utilizada por varias tribus indígenas como maquillaje, ya que cede su color con facilidad y posee propiedades repelentes para los insectos.
Tomado del libro Gran Cocina Colombiana, de Carlos Ordonez