Lavamos el arroz hasta que el agua salga clara y lo echamos en una cacerola con unos 600 c.c. de agua a fuego vivo hasta que hierva. Lo tapamos y lo ponemos a fuego lento, dejándolo cocer durante un cuarto de hora. Después, subimos el fuego al máximo unos veinte segundos, retiramos la cacerola y dejamos que repose un cuarto de hora sin destaparla.
Separamos el rábano blanco de las hojas. Pelamos el rábano y lo cortamos en rodajas finas. Lavamos bien las hojas y las picamos groseramente, troncho incluido.
En una sartén grande calentamos el aceite de sésamo y salteamos las hojas del rábano junto con las rodajas, durante unos cinco minutos, hasta que se vuelvan tiernas. Vertemos el caldo de bonito, la salsa de soja y un pellizco de sal, y dejamos cocer hasta que se evapore el líquido.
Repartimos el arroz en cuencos y servimos con el rábano frito por encima.