Ponga las chuletas de cordero en una fuente plana de vidrio o cerámica. Combine el aceite y el jugo de limón o vinagre y viértalos en la fuente, dando vuelta a las chuletas en la mezcla para que se cubran los dos lados. Salpimiente al gusto, cubra con plástico transparente y deje marinar por 1520 minutos mientras hace el chutney.
Para hacer el chutney, caliente el aceite de oliva en una cacerola. Añada el puerro y cocine por 23 minutos a fuego medio hasta que esté suave. Añada los duraznos, el vinagre, el azúcar y el vino y hágalos hervir. Reduzca el fuego y hierva a fuego lento unos 1520 minutos hasta que los duraznos estén suaves y la mezcla esté espesa como jarabe. Manténgala caliente o refrigere en recipientes sellados hasta que esté listo para usar.
Saque las chuletas de la marinada y séquelas con palmaditas. Precaliente la parrilla a fuego medio alto y ase las chuletas por 23 minutos a cada lado para un término medio crudo, o más hasta el término deseado.
El chutney de durazno se puede hacer el día anterior y se lo guarda en un recipiente sellado en el refrigerador. Recaliente levemente antes de servir, o sírvalo frío con el cordero.