1. Derretir la mantequilla en una sartén, sofreír la cebolla y agregar la harina, mezclar hasta que se vuelva una pasta.
2. Agregar el vino y dejar reducir un poco para que se evapore el alcohol, mezclar constantemente y agregar la leche con los espárragos. Dejar hervir un minuto para que la salsa quede más espesa.
3. Licuar la salsa y combinarla con los coditos en un molde. Esparcir queso mozarela y parmesano encima de los raviolis.
4. Llevar al horno a 300° F hasta que esté dorada la superficie.