Comprar el pescado sin piel. Meterlo en el congelador una hora; sacarlo y cortarlo en una máquina de embutidos en lonchas finísimas, casi traslúcidas.
Picar finamente la albahaca. Juntar con el aceite y dejar macerar.
Pelar los aguacates, cortarlos en rodajas y rociarlos con zumo de limón.
Colocar las láminas de pescado cubriendo cuatro platos. Situar encima la parte proporcional de los trozos de aguacate. Sazonar con aceite de albahaca. Salpimentar