Con ayuda de una batidora, haz un puré con los plátanos pelados y troceados, el azúcar y el zumo de medio limón. Añade poco a poco este batido sobre la nata semimontada y mezcla cuidadosamente hasta obtener una pasta cremosa. Repártela en unas copas y ponlas en la parte más fría de la nevera durante 3 o 4 horas. A la hora de servir, adorna el helado de plátano con un buen chorro de chocolate hecho.