Coloque las huevas en un bol y cubra con algunas cucharadas de aceite. Deje descansar en heladera durante 24 horas.
Retire la membrana de las huevas y bata sin parar agregando aceite de a poquito. Bata hasta obtener una pasta amarilla. Sazone con sal, pimienta y cebolla rallada.
Remoje la miga de los pancitos en agua y coloque en la mezcla. Agregue lentamente el jugo de limón batiendo siempre. Decore con rodajas de cebolla y aceitunas negras. Sirva frío.