Mezcla la manteca blanda con la ricota, el azúcar, los huevos y la harina. Revuelve muy bien hasta obtener una masa homogénea.
Corta en pedazos no muy grandes, estíralos y unta cada uno con la mermelada. Enrolla y cicínalos en agua hirviendo. Déjalos por siete minutos, retíralos y espolvorea con azúcar y pan rallado.