He aquí una de las plantas para ensalada menos conocidas. Se llama así por su sabor, que recuerda al del apio, en tanto que por la forma se parece a una lechuga, de tallos largos y pálidos y con las hojas agrupadas en una cabeza; se solía llamar también lechuga-espárrago. Sin embargo, no sabe a espárrago, ni tampoco a apio, ni siquiera a lechuga. Su similitud con el apio reside principalmente en la consistencia de los tallos, que se pueden comer crudos como los del apio y, pelados y cortados, son buenos para ensalada. Su parecido con la lechuga se limita a las hojas tiernas del centro. Los tallos también se pueden cocinar como los de la acelga y preparar con ellos un plato similar, que se come con mantequilla o una salsa crema, en tanto que las hojas externas duras se pueden preparar como la espinaca.
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