Poner a hervir las manzanas rebanadas en agua y azúcar al gusto preferiblemente desabridas hasta que queden blandas. Sacar del fuego.

Aparte, mezclar el queso crema con la cantidad de azúcar al gusto hasta dejar una pasta blanda untable.

Extender la pasta hojaldrada en la superficie lisa de un molde refractario engrasado y enharinado en el que se horneará, hasta formar un rectángulo de unos 20 cm de ancho y 3 mm de espesor. Hacer 3 franjas imaginarias longitudinales en la pasta y recortar las franjas laterales como tirlangas o tiras de pasta, dejando intacta la franja central.
Untar el queso crema en la franja central. Colocar encima del queso crema las manzanas cocidas, junto con la nuez triturada y espolvorear la canela al gusto. Doblar las tiras de pasta que se cortaron sobre la mezcla de manzana y nuez, de manera alternada, dando apariencia de una trenza. Aplicar la yema de los 2 huevos sobre la pasta trenzada para darle brillo después de hornear.

Poner al horno precalentado a 250 grados centígrados y dejar unos 50 minutos bajando la temperatura a 180 grados.