Sumerge las láminas de pasta en agua caliente, durante 15 minutos, para que se ablande, escúrrelas luego muy bien y resérvalas extendidas encima de la mesa para que no se peguen unas a otras. Cuece los espárragos y el calabacín.
Hierve las colas de langostino unos 7 minutos, trocéalas, mézclalas con la bechamel y añade una de las trufas hecha también trocitos.
Cubre cada plato con un poco de tomate frito, coloca encima dos láminas, reparte sobre ellas la mezcla de langostinos con bechamel y cúbrela con otras dos láminas de pasta. Decora los platos con trocitos de la trufa restante, láminas de queso y los espárragos y el calabacín en pedacitos.